(…) Diferente timbre es el que ofreció la soprano rumana Anita Hartig en su papel de Mimí, que tuvo una impronta más
dramática en los dos primeros actos para ir dulcificándose en el tercero y más en el cuarto, lo que favoreció que su interpretación fuera creciendo en frescura y naturalidad conforme transcurría la representación, y que ya apuntó con extraordinaria colocación vocal en esa exquisita aria, Sì, mi chiamano Mimí, con la que Mimí se autopresenta a su vecino, poeta y futuro amante Rodolfo (…)
Jose Antonio Canton – El Mundo
(…) Para el rol de Mimì se ha contado con una de las especialistas más destacadas de la actualidad en este papel, la soprano rumana Anita Hartig. Con un timbre muy especial, su voz parece poseer un vibrato muy controlado pero palpable sobre todo en la zona media y baja de la tesitura que desaparece en la zona aguda donde la voz suena con gran belleza y poderío. Controla perfectamente sus recursos y nos brinda actoralmente una modistilla sin excesivos dramatismos, consciente de su situación, de gran ternura. Su potencia vocal es apabullante y sus agudos cruzaron como rayos todo el espacio del auditorio. Muy brillante en todas sus intervenciones, destacaría el dúo del primer acto y también todo el tercero, ambos con el tenor, aunque todo su trabajo fue muy redondo y convincente. (…)
Javier del Olivo – Platea Magazine